Explore Flipsnack. Transform boring PDFs into engaging digital flipbooks. Share, engage, and track performance in the same platform.
From magazines to catalogs or private internal documents, you can make any page-flip publication look stunning with Flipsnack.
Check out examples from our customers. Digital magazines, zines, ebooks, booklets, flyers & more.
Pre-made templates to create stunning publications in minutes
Here are eight reasons why you should consider choosing interactive, digital flipbooks instead of boring and static PDFs. Check them out!
Alguna vez te has preguntado que se sentiría que de un día para otro toda tu realidad, todo lo que conoces y amas se convirtiese en una pesadilla; y descubrir que todo tu pasado es una mentira, que pasaría si supieras que vas a morir.Era una mañana normal, tu sabes lo mismo de siempre, levantarse temprano ducharte, ponerte el uniforme, peinarte, cepillar tus dientes, acomodar tus libros, subir al auto, llegar a la puerta de la escuela y caminar hasta tu salón. Aunque era la misma rutina ese era un día digamos especial ya que ese día era el primer día de clase en donde iniciaba el segundo grado de secundaria , para muchos ese era un día importante pero para mí no era nada más que otro día en la escuela. Todo iba bien, caminaba Hacia el salón que me asignaron mirando como todos se abrazaban y hablaban de lo que hicieron en vacaciones, por suerte llevaba mis audífonos puestos y podía ignorar al resto del mundo perdiéndome en la melodía, una felicidad que fue interrumpida. Buenos días- dijo Felipe con su irritante voz de siempre Eran, buenos, hasta hace unos segundos- le respondí con una mirada fría y cortante; Después comenzó a hablar y a decir un montón de tonterías como acostumbraba, hasta que, un pequeño error provoco el fin de Felipe. lo lamento te juro y fue un accidente- -por favor detente- gritaba Felipe mientras lo golpeaba. mantén tu boca cerrada o te la eh de cerrar a golpes- dije; Después de pelear por un rato mis amigos decidieron detenernos. suéltame Mauricio suéltame- gritaba mientras forcejeaba con él para que me soltara, cuando de repente entro al salón el profesor Roque el maestro que nos daría educación cívica y ética oigan ustedes, están castigados los quiero aquí en receso- dijo señalándonos. Fue un largo y tedioso día con todo eso de las aburridas presentaciones que los profesores suelen hacer, y unas horas después por fin sonó el timbre para salir a receso, lamentablemente nosotros no saldríamos. muy bien se quedan aquí, no quiero escuchar ruido- dijo pero, tu, ven con migo ya no quiero problemas así que me acompañaras a biblioteca- dijo señalando a Felipe. Y ya estábamos ahí en el salón y aunque todos estaban enojados con migo siguieron como si nada hablando y riendo. Pero yo tenía un pequeño presentimiento sentía que algo estaba a punto de suceder pero no le di mucha importancia...se oyeron gritos y gente que corría, Brenda se acercó a la puerta para ver qué pasaba, eso fue un gran error -mi brazo, me está mordiendo el brazo- gritaba Brenda desesperada, corrí a ayudarla y le pedí a Mauricio y a Roberto que cerraran la puerta, todo pasaba muy rápido no sabía qué hacer, así que solo vendé su brazo intentando detener el sangrado; ¿que eran esas cosas?, ¿qué pasaba?, ¿qué haría?, no podía pensar en nada, pero de repente recordé que traía un pequeño explosivo que yo misma había creado en mi mochila y vino a mi mente una idea, ya que no podíamos salir por las ventanas, pensé en destruir la puerta y correr por el pasillo hasta una escalera para subir al techo. Muy bien Mauricio debes alejarte de la puerta a la cuenta de 3 ¿Ok?- le dije con una sonrisa en mi rostro -uno- -no te atrevas- dijo asustado Mauricio -dos- dije sonriendo y. 3- lance el explosivo, y la explosión destruyó la puerta y un poco de la pared, les dije que corrieran y subieran al techo, corrí por el pasillo ideando un plan para salir de la escuela, cuando mire atrás vi a una chica gritando, pidiendo ayuda y luchando por su vida, ella me miro y pude ver en sus ojos el miedo y el dolor, su rostro me trajo un vago recuerdo, pero no pude hacer nada para ayudarla y aunque dolió, porque un día jure no darle la espalda a nadie fuera quien fuera, tuve que dejarla; corrí hasta la escalera y subí al techo, y ahí estaba, callada
The cookies we use on Flipsnack's website help us provide a better experience for you, track how our website is used, and show you relevant advertising. If you want to learn more about the cookies we're using, make sure to check our Cookie policy
We use essential cookies to make our site work for you. These allow you to navigate and operate on our website.
We use performance cookies to understand how you interact with our site.They help us understand what content is most valued and how visitors move around the site, helping us improve the service we offer you.
We use marketing cookies to deliver ads we think you'll like.They allow us to measure the effectiveness of the ads that are relevant for you.